¿Por qué no hay un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) en España?
Porque la regulación vigente hasta la llegada de la Ley 7/22 de residuos y suelos contaminados para una economía circular daba la posibilidad de que los productores respondieran a sus obligaciones legales mediante la constitución de un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) o mediante la creación de un Sistema Integrado de Gestión (SIG) y estos agentes optaron por constituir un SIG (ahora llamado Sistemas Colectivos de Responsabilidad ampliada del Productor (SCRAP) por considerarlo más eficiente para cumplir los objetivos de reciclado, ya que estos objetivos afectaban al total de residuos de envases (latas y botellas de cualquier tipo de producto, envoltorios, recipientes, films, briks, bandejas, etc.) y los SDDR solo se enfocan al reciclado de latas y botellas de bebidas.
Más de dos décadas después, la publicación de la Ley 7/22 de residuos y suelos contaminados para una economía circular introdujo la obligación de recoger de manera separada el 77% de las botellas de bebidas de plástico en 2025 y el 90% en 2029, así como un sistema de alerta temprana con objetivos intermedios (70% para el año 2023 y 85% para el año 2027), cuyo incumplimiento supone la implantación obligatoria en todo el territorio español de un SDDR en el plazo de dos años.
Ecoembes ha apostado por incorporar RECICLOS con el objetivo de acelerar aún más el incremento constante de la recogida selectiva de envases de los últimos años. Un incentivo complementario al modelo actual que anime a ciertos colectivos de la población a participar más y mejor en el reciclaje de los envases a través de un “símbolo” muy reconocible como es el contenedor amarillo y que, a su vez, sea coherente con un sistema de reciclaje de participación voluntaria como el que tenemos en nuestro país.
Los objetivos que marca la ley siempre deben estar por encima de cualquier debate sobre sistemas de recogida selectiva, y el mejor sistema siempre será el que contribuya a alcanzar los objetivos de la manera más rotunda y eficiente.
En este sentido, Ecoembes cree y defiende que el modelo actual del contenedor amarillo, actualizado mediante el incentivo y la tecnología, está preparado para recuperar en los próximos años las botellas de bebidas de plástico que marca la legislación. La buena evolución de los últimos años y las estimaciones para los próximos, invitan a ser optimistas y seguir trabajando en la misma línea que hasta ahora.